1. Dormir boca abajo o de lado
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Provoca marcas del sueño, arrugas y pérdida de firmeza.
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El uso de una funda de almohada de seda puede ayudar a prevenir estos efectos.
2. No usar protector solar a diario
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Incluso en días nublados o estando en interiores, la radiación UV acelera el envejecimiento.
3. Descuidar la limpieza facial nocturna
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Dormir con restos de maquillaje, polución o sudor bloquea poros y envejece la piel.
4. Hacer gestos repetitivos sin consciencia
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Fruncir el ceño, arrugar la nariz o entrecerrar los ojos constantemente genera líneas de expresión marcadas.
5. Falta de ejercicio facial
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Igual que el cuerpo, el rostro necesita movimiento para tonificar músculos y mantener la estructura ósea.
6. Sobreexfoliar o usar productos agresivos
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Daña la barrera cutánea, sensibiliza la piel y puede provocar brotes.
7. Ignorar el cuello y el escote
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Muchas veces se cuida solo el rostro, pero el cuello delata la edad si no se hidrata ni protege igual.
8. No hidratar lo suficiente
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Una piel deshidratada se ve más apagada, fina y con líneas más visibles.
9. Fumar o exponerse al humo
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Provoca pérdida de oxigenación en la piel, tono apagado y arrugas profundas.
10. Automasajes faciales mal ejecutados
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Realizarlos sin conocimiento o con fuerza excesiva puede dañar tejidos o generar flacidez.